La coordinación de parentalidad. Una necesidad social
Por María Jesús Fernández
Un divorcio de alto conflicto es un proceso de separación legal que se caracteriza por un nivel significativo de tensión emocional, hostilidad y disputa entre las partes involucradas.
Esta situación provoca que los progenitores tengan dificultades para llegar a acuerdos sobre cuestiones relacionadas con la división de bienes, la manutención de los hijos/as así como su custodia. El conflicto va escalando por diversas causas, como problemas de comunicación, diferencias irreconciliables, infidelidad, abuso o violencia doméstica, y otros problemas relacionados con la relación.
El divorcio de alto conflicto a menudo implica una mayor intervención legal y judicial y puede ser un proceso largo y muy costoso, lo que puede afectar negativamente tanto a los adultos como a los/as menores involucrados, que ven amenazado el bienestar biopsicosocial que les corresponde para evitar problemas posteriores. En estos casos, es conveniente buscar la ayuda de profesionales capacitados para ayudar a reducir los conflictos y encontrar soluciones más efectivas y saludables para todos los miembros de la familia. Entre esas ayudas está la mediación familiar, que contribuye a rebajar el conflict0 y ha restaurar la comunicación deteriorada. En ocasiones la mediación no es suficiente y se hace preciso un proceso más activo del profesional que incluya consejos, educación, control, trabajo coordinado con otros profesionales, como jueces, abogados/as, psicólogos, trabajadores/as sociales, profesorado, etc. Se trata de la coordinación de parentalidad, surgida en EEUU y actualmente utilizada en Canadá, Europa y algunos países de Latinoamérica.
La coordinación de parentalidad es un proceso de resolución de conflictos que involucra a un/a profesional capacitado/a para ayudar a padres en situaciones de alta conflictividad a establecer y mantener una comunicación efectiva y cooperativa en relación a la crianza de sus hijos/as.
Este/a profesional, llamado/a coordinador/a de parentalidad, actúa como un/a mediador/a neutral y ayuda a los progenitores a identificar sus preocupaciones y prioridades en relación a sus hijos/as, a entender sus necesidades emocionales y a encontrar soluciones prácticas y efectivas que satisfagan las necesidades de toda la familia.
La coordinación de parentalidad se utiliza con mayor frecuencia en situaciones de divorcio o separación de parejas con hijos/as, pero también puede ser útil en otros contextos en los que los padres tienen dificultades para cooperar en su crianza.
El plan de parentalidad
Un plan de parentalidad es un documento que establece un conjunto de acuerdos y disposiciones sobre la crianza y el cuidado de los hijos en casos de divorcio o separación. También se conoce en algunos países como un acuerdo de custodia y visita.
El plan de parentalidad describe las responsabilidades y obligaciones de los padres en relación con la crianza de los/as hijos/as, incluyendo aspectos como la custodia, el tiempo que pasarán con cada progenitor, su manutención, su educación, la salud y el bienestar emocional, entre otros.
Este documento ayuda a los progenitores a establecer acuerdos claros y coherentes sobre la crianza y puede ser útil para reducir los conflictos y el estrés en el proceso de separación. Además, puede ser utilizado por los padres y por las autoridades judiciales para resolver conflictos que puedan surgir en el futuro en relación a la crianza de los hijos e hijas.
Si bien el plan de parentalidad puede ser elaborado por los padres de manera conjunta, siempre es recomendable contar con la ayuda de una persona mediadora conocedora de temas de derecho familiar y con la ayuda de un profesional capacitado en la coordinación de parentalidad, con el objetivo de garantizar que el plan sea justo y beneficioso para todos los miembros de la familia, además de consensuado con los progenitores.
El origen de la coordinación de parentalidad en EEUU
En los Estados Unidos, la coordinación de parentalidad es un proceso de resolución de conflictos que se utiliza en situaciones de alto conflicto entre padres en casos de divorcio o separación. Ha sido adoptada por algunos tribunales como una herramienta para ayudar a los padres a establecer y mantener una comunicación efectiva en relación a la crianza de sus hijos.
El proceso de coordinación de parentalidad en los Estados Unidos generalmente implica la participación de un/a profesional capacitado/a, conocido como coordinador/a de parentalidad con experiencia en derecho de familia, terapia y resolución de conflictos, que actúa como un/a mediador/a neutral en las disputas entre progenitores. Este/a profesional parentalidad les ayuda a identificar sus preocupaciones y prioridades en relación a sus hijos/as, a entender sus necesidades emocionales y a encontrar soluciones prácticas y efectivas que satisfagan los intereses de la familia. En EEUU puede actuar como un árbitro en caso de desacuerdos entre los progenitores.
La coordinación de parentalidad puede variar según el estado o la región donde se aplique, ya que cada jurisdicción puede tener diferentes reglas y prácticas.
La coordinación de parentalidad en Europa
En Europa, la coordinación de parentalidad también se utiliza en situaciones de alto conflicto entre progenitores en casos de divorcio o separación. Si bien no está tan extendida como en los Estados Unidos, algunos países europeos han comenzado a adoptar esta práctica como una herramienta para ayudar a las familias a superar situaciones de alta conflictividad.
El proceso de coordinación de parentalidad en Europa puede variar según el país y la región donde se aplique, pero en general implica la participación de un/a profesional capacitado/a en resolución de conflictos y derecho de familia, como un mediador/a o un coordinador/a de parentalidad. Este/a profesional actúa como un tercero neutral para ayudar a los progenitores a identificar sus preocupaciones y prioridades en relación a la crianza de sus hijos, a entender las necesidades emocionales de los niños y a encontrar soluciones prácticas y efectivas que satisfagan las necesidades de toda la familia.
En algunos países europeos, como España y Francia, la coordinación de parentalidad está siendo cada vez más utilizada en los tribunales como una herramienta para ayudar a las familias a resolver conflictos relacionados con la crianza de los hijos e hijas. En Alemania y el Reino Unido, la coordinación de parentalidad es aun relativamente nueva y está comenzando a difundirse. Italia lleva tiempo utilizando este proceso.
La coordinación de parentalidad y las leyes que la regulan, pueden variar según el país y la región donde se aplique.
La coordinación de parentalidad en España
En España, la coordinación de parentalidad es un proceso relativamente nuevo que de momento no está regulado legalmente, pero está ganando cada vez más atención y aceptación en los tribunales y en la resolución de conflictos familiares.
Implica la participación de un/a profesional capacitado/a como coordinador/a de parentalidad, que actúa como un mediador/a neutral para ayudar a los progenitores a resolver conflictos relacionados con la crianza de sus hijos e hijas, ayudándoles a establecer un diálogo efectivo y a desarrollar un plan de parentalidad. También puede ayudar a los padres a comprender sus necesidades emocionales y a establecer pautas para la comunicación y la toma de decisiones.
Puede ser solicitada por los progenitores o sus representantes legales o recomendada por el tribunal o los/as profesionales de la mediación en situaciones de alto conflicto. No es una solución para todos los casos y no es adecuada para situaciones de violencia de género o abuso infantil.
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¿Qué conflictos pueden llevarse a coordinación de parentalidad?
Entre los conflictos comunes que se pueden llevar a la coordinación de parentalidad se encuentran:
- Problemas de comunicación entre los progenitores: Pueden tener dificultades para comunicarse de manera efectiva, lo que puede causar conflictos en la crianza de sus hijos e hijas. La coordinación de parentalidad puede ayudarles a aprender habilidades de comunicación efectiva para trabajar juntos en el mejor interés de toda la familia.
- Diferencias en la toma de decisiones: Los progenitores pueden tener diferentes opiniones sobre cómo criar a sus hijos e hijas, lo que puede derivar en desacuerdos en la toma de decisiones. La coordinación de parentalidad puede ayudarles a llegar a un acuerdo sobre cómo tomar decisiones importantes relacionadas con la parentalidad positiva.
- Problemas de custodia y tiempo de crianza: Los progenitores pueden tener desacuerdos sobre el tiempo que pasan con sus hijos/as y la distribución del tiempo de crianza. La coordinación de parentalidad puede ayudarles a establecer un plan de parentalidad claro que especifique las responsabilidades de cada padre y el tiempo que pasarán con sus hijos/as.
- Conflictos emocionales: Los progenitores pueden experimentar emociones difíciles, como tristeza, ira o resentimiento, que pueden afectar su capacidad para tomar decisiones en el mejor interés de sus hijos/as. La coordinación de parentalidad puede ayudarles a trabajar a través de estas emociones y centrarse en la crianza de sus hijos.
Cada situación es única pero la coordinación de parentalidad puede ser efectiva en una amplia variedad de conflictos relacionados con la crianza de los hijos/as que preserve el correcto desarrollo de los mismos.
La coordinación de parentalidad judicial
La coordinación de parentalidad judicial es un proceso de resolución de conflictos que se lleva a cabo bajo la supervisión de un tribunal y se utiliza en casos de alto conflicto entre progenitores en situaciones de divorcio o separación. En algunos países, como los Estados Unidos y Canadá, la coordinación de parentalidad judicial está regulada por la ley y se utiliza como una herramienta para ayudar a las familias a resolver conflictos relacionados con la crianza de sus hijos.
En el caso de la coordinación de parentalidad judicial, el tribunal designa a un/a coordinador/a de parentalidad para trabajar con toda la familia con el fin de desarrollar un plan de parentalidad y establecer pautas para la comunicación y la toma de decisiones en relación a la crianza de los hijos e hijas.
En la coordinación de parentalidad judicial, el/la coordinador/a de parentalidad tiene cierta autoridad para tomar decisiones en caso de desacuerdos entre los progenitores en relación a determinados temas. Sin embargo, estas decisiones son siempre revisadas y aprobadas por el tribunal, para garantizar que sean justas y equitativas para todas las partes involucradas.
La coordinación de parentalidad judicial no es adecuada para todos los casos y que su uso puede variar según el país y la jurisdicción. Hay que tener en cuenta que es un proceso costoso y puede tomar más tiempo que otros procesos de resolución de conflictos, como la mediación.
El costo de este proceso se debe a varias razones:
- La coordinación de parentalidad implica la participación de un/a profesional capacitado/a, como un coordinador de parentalidad, que actúa como un mediador/a neutral para ayudar a los progenitores a resolver conflictos relacionados con la crianza de sus hijos/as. Estos profesionales tienen habilidades y conocimientos especializados en resolución de conflictos familiares y, como tales, pueden cobrar tarifas significativas por sus servicios.
- La coordinación de parentalidad es un proceso intensivo que requiere una cantidad significativa de tiempo y energía por parte del profesional que debe dedicar tiempo a conocer a toda a familia, a establecer un plan de parentalidad y ayudar a los progenitores a resolver conflictos y tomar decisiones relacionadas con la crianza de sus hijos e hijas y a mantener informados a los operadores jurídicos involucrados, especialmente al juez/a que ha hecho la derivación.
- La coordinación de parentalidad también puede implicar la participación de otros profesionales, como abogados/as, terapeutas y trabajadores/as sociales, lo que puede aumentar el costo total del proceso.
Es importante destacar que los costos de la coordinación de parentalidad pueden variar según el país, la jurisdicción y la complejidad del caso. Además, algunos/as coordinadores de parentalidad pueden ofrecer tarifas reducidas o basadas en ingresos para ayudar a hacer que sus servicios sean más accesibles a aquellos que puedan necesitarlos.
Diferencia entre mediación y coordinación de parentalidad
La mediación y la coordinación de parentalidad son dos procesos diferentes para resolver conflictos relacionados con la crianza de los hijos en situaciones de divorcio o separación. Las principales diferencias entre la mediación y la coordinación de parentalidad son:
- Enfoque: La mediación se centra en ayudar a los padres a llegar a un acuerdo mutuo sobre la crianza de sus hijos, mientras que la coordinación de parentalidad se centra en la implementación y el seguimiento de un plan de parentalidad o crianza acordado.
- Rol del profesional: En la mediación, el mediador actúa como un facilitador neutral que ayuda a los padres a llegar a un acuerdo mutuo. En la coordinación de parentalidad, el coordinador de parentalidad actúa como un mediador neutral, pero también tiene la autoridad para tomar decisiones en caso de desacuerdos entre los padres.
- Duración: La mediación suele ser un proceso a corto plazo que puede durar unas pocas sesiones, mientras que la coordinación de parentalidad es a largo plazo y puede durar varios meses o incluso años.
- Tipo de conflicto: La mediación es adecuada para casos en los que los padres están dispuestos a trabajar juntos para resolver sus diferencias y llegar a un acuerdo. La coordinación de parentalidad es adecuada para casos en los que hay un alto nivel de conflicto entre los padres y se necesita un enfoque más estructurado así como un seguimiento.
- Costo: La mediación generalmente es menos costosa que la coordinación de parentalidad, ya que la coordinación de parentalidad implica la participación de un profesional capacitado a largo plazo.
La elección entre la mediación y la coordinación de parentalidad depende del tipo de conflicto, la disposición de los progenitores a trabajar juntos y la complejidad del caso. Éstos pueden beneficiarse de trabajar con un/a profesional capacitado/a para determinar qué proceso es el más adecuado para su situación.
Ventajas e inconvenientes de la coordinación de parentalidad
La coordinación de parentalidad es un proceso que puede tener tanto ventajas como inconvenientes.
Entre las ventajas podemos destacar:
- Mejora la comunicación: Ayuda a los padres a aprender habilidades de comunicación efectiva que pueden mejorar la comunicación entre ellos.
- Reduce el conflicto: Puede ayudar a reducir el conflicto entre los padres al establecer un plan de parentalidad claro, así como ayudar a los padres a trabajar juntos en el mejor interés de sus hijos.
- Ayuda a proteger a los niños: Puede ayudar a proteger a los niños de los efectos negativos del conflicto entre los progenitores, asegurando que reciban el apoyo emocional y la estabilidad que necesitan.
- Ofrece un enfoque estructurado: La coordinación de parentalidad ofrece un enfoque estructurado y organizado para resolver los conflictos relacionados con la crianza de los hijos.
- Permite la flexibilidad: Es un proceso flexible que puede adaptarse a las necesidades y circunstancias cambiantes de los padres y sus hijos.
Entre los inconvenientes se encuentran:
- La coordinación de parentalidad puede ser costosa, ya que implica la participación de un profesional capacitado a largo plazo.
- La coordinación de parentalidad puede llevar tiempo, ya que se trata de un proceso a largo plazo que puede durar varios meses o incluso años.
- Algunos padres pueden sentir que están perdiendo el control de las decisiones relacionadas con la crianza de sus hijos, ya que el coordinador de parentalidad tiene la autoridad para tomar decisiones en caso de desacuerdos.
- Los padres pueden volverse dependientes del/a coordinador/a de parentalidad para resolver los conflictos relacionados con la crianza de sus hijos e hijas y puede resultar difícil para ellos trabajar juntos sin la ayuda del profesional.
Proyectos de coordinación de parentalidad
Los proyectos de coordinación de parentalidad son iniciativas que buscan proporcionar servicios de coordinación de parentalidad a padres y familias en situaciones de alto conflicto. Estos proyectos pueden ser financiados por el gobierno y en algunos países por organizaciones sin fines de lucro o empresas privadas.
Los proyectos de coordinación de parentalidad pueden variar en términos de sus objetivos, alcance y enfoque, pero algunos ejemplos comunes incluyen:
- Programas de intervención temprana: Estos programas están diseñados para ayudar a las familias a resolver conflictos relacionados con la crianza de sus hijos e hijas antes de que se conviertan en situaciones de alto conflicto. Los programas de intervención temprana pueden incluir mediación, educación en habilidades de crianza, asesoramiento y terapia.
- Servicios de coordinación de parentalidad: Estos servicios proporcionan a los progenitores un/a coordinador de parentalidad capacitado/a que trabaja con ellos para desarrollar un plan de parentalidad y ayuda a implementarlo. El/la coordinador/a de parentalidad puede actuar como mediador (o árbitro en algunos países) en caso de desacuerdos entre los progenitores.
- Capacitación de profesionales: Estos programas proporcionan capacitación a los profesionales que trabajan con familias en situaciones de alto conflicto, incluyendo abogados/as, jueces/juezas, trabajadores/as sociales y psicólogos/as. La capacitación puede incluir información sobre la coordinación de parentalidad y habilidades de comunicación efectiva.
- Servicios de apoyo para niños y niñas: Estos programas proporcionan servicios de apoyo para niños niñas afectados/as por conflictos relacionados con la crianza de sus progenitores. Los servicios pueden incluir terapia infantil, grupos de apoyo y actividades recreativas.
- Programas de prevención de la violencia doméstica: Estos programas están diseñados para prevenir la violencia doméstica y proporcionar servicios de intervención temprana para las familias en situaciones de alto conflicto. Los programas pueden incluir educación en habilidades de comunicación y resolución de conflictos, asesoramiento y terapia.
Los proyectos de coordinación de parentalidad buscan proporcionar apoyo y recursos a las familias en situaciones de alto conflicto para ayudarles a resolver sus diferencias de manera constructiva y proteger el bienestar de sus hijos.
Caso de coordinación de parentalidad
Una pareja se divorcia después de muchos años de matrimonio y tiene dos hijos adolescentes. El proceso de divorcio es complicado y se produce un alto nivel de conflicto entre los progenitores en relación con la custodia, el tiempo de crianza y otros asuntos relacionados con los/as menores.
Ambos padres desean tener la custodia y no están dispuestos a ceder. El conflicto entre ellos aumenta y afecta la relación de los niños con ambos padres, lo que preocupa a la familia extendida, amigos y vecinos.
En este punto, uno de los progenitores o el/la abogado/a de cualquiera de ellos proponer la coordinación de parentalidad como una forma de resolver los problemas. Los progenitores podrían acordar trabajar con un/a coordinador/a de parentalidad capacitado/a para ayudarles a desarrollar un plan de crianza para los hijos y aprender habilidades de comunicación y resolución de conflictos.
El/la profesional podría trabajar con ellos de manera individual y conjunta para ayudarles a comprender las necesidades de los niños y a llegar a acuerdos mutuos sobre la custodia, el tiempo de crianza, la educación y otros asuntos relacionados con los hijos. También podría actuar como un mediador imparcial en caso de desacuerdos entre los padres.
La coordinación de parentalidad podría ser muy beneficiosa para la familia, ya que podría ayudar a reducir el conflicto entre los progenitores y mejorar la relación entre éstos y sus hijos. Además, podría proporcionar unas pautas para su crianza y reducir el riesgo de futuros conflictos.
¿Por qué decimos que la Coordinación de Parentalidad es una necesidad social?
La coordinación de parentalidad se considera una necesidad social, ya que es un enfoque profesional que ayuda a los progenitores a resolver conflictos en situaciones de alta conflictividad, como un proceso de separación o divorcio, para proteger el bienestar emocional y psicológico de los hijos. Busca mejorar la comunicación entre los padres y ayudarlos a tomar decisiones en beneficio de sus hijos. Además. puede ayudar a reducir los niveles de conflicto y a mejorar la calidad de las relaciones entre los padres, lo que puede tener un impacto positivo en la comunidad y en la sociedad en general. Al abordar los conflictos familiares de manera efectiva, puede contribuir a reducir el impacto negativo de la separación y el divorcio en la vida de los niños y niñas, lo que puede tener beneficios a largo plazo en términos de su salud mental, su rendimiento académico y su adaptación social.
Por todo ello, podemos afirmar que la coordinación de parentalidad es una necesidad social importante para proteger y promover el bienestar de las familias y de la sociedad en general.
Centros de Coordinación de Parentalidad
El Instituto Internacional ProMediación, colabora con coordinadores/as de parentalidad formados en nuestra Institución por el programa que dirige Dominic D´Abate, director del Centro Consensus en colaboración con el I.I. ProMediación. Ofrecemos además coaching parental para ayudar a los padres para elaborar el plan de parentalidad y para poder llevar a cabo una comunicación entre progenitores necesaria para una crianza positiva.